El libro aborda el proceso llevado adelante por un grupo de ex trabajadores del transporte de Córdoba a partir de que fueron excluidos de ese espacio laboral y buscaron recuperar la fuente de trabajo creando la cooperativa Confortable. Se analiza qué ocurre con la identidad laboral de los sujetos en un proceso de recuperación de la fuente de trabajo. Se parte del supuesto que, a pesar de las transformaciones del mundo laboral, el trabajo sigue siendo una relación social fundamental que otorga capital simbólico, diferencia a un sector de otro, permite decir “esto soy”. Al mismo tiempo, eso se relaciona con entender al trabajo como espacio de interlocución, de producción de sentidos compartidos, de conformación de un “nosotros” distinto de “otros”. El proceso atravesado por este grupo es pensado como un momento que se inauguró a partir de la crisis que irrumpió en sus vidas cuando fueron despojados de su fuente de trabajo, y que se caracteriza por la tensión entre las identidades laborales -las definiciones que de sí mismos configuraron, en interacción con otros, a lo largo de su trayectoria en el transporte- y las nuevas estructuras en las que esas identidades ya no tenían asidero.