El alto riesgo de pérdidas económicas ocasionadas por virus y enfermedades, transmitidas por insectos, ha obligado a los agricultores a protegerse, estableciendo mallas anti-insectos en las entradas de la ventilación natural. Sin embargo, esto ha provocado un nuevo problema: la disminución en la tasa de ventilación. La ventilación natural en los invernaderos de la provincia de Almería, es una de las mejores y más económicas herramientas de control del clima en esta zona; al intervenir en los procesos de intercambio de aire entre el interior y exterior del invernadero y para reponer los niveles de concentración de CO2, y disminuir las altas temperaturas y humedades en su interior. Su decremento genera problemas de enfermedades y disminución en el rendimiento y calidad de los cultivos. Una de las posibles soluciones a este problema es la instalación de sistemas de ventilación forzada. Sin embargo, se considera que la introducción de los sistemas de ventilación forzada debe de estar acompañada por el conocimiento científico detallado de su implicación en el microclima interior del invernadero.