Se presenta un enfoque integrador que caracteriza a la esquizofrenia desde tres ópticas: autopercepción de comportamientos inadaptados, moldes mentales y percepción familiar, en contraste con otras personas desajustadas emocionalmente y adaptadas, relacionándose con los resultados más recientes sobre la esquizofrenia. Atendiendo a estas características se explica la dificultad en la definición del término esquizofrenia. Y, se aporta la identificación de estrategias cognitivo-emocionales que son determinantes, presentadas antes, durante y después de la acción para ser integradas en los programas de intervención psicoeducativos para evaluar, intervenir y prevenir, tocando aspectos de Metacognición e Inteligencia Emocional. Los moldes mentales característicos de la esquizofrenia están relacionados con los daños en la cognición social. Además, se aporta la visión de los estilos educativos inadecuados de los padres desde esta psicopatología. Se obtiene, una visión circular de la esquizofrenia, interrelacionando moldes mentales con las percepciones (inadaptación y estilos educadores) retroalimentándose entre sí, que es necesario conocer para abordarlo desde un planteamiento holístico.