Este texto es el producto de nuestro convivir con otros, tratando de vivir en ellos y con ellos. Es nuestro conversar a la manera de Maturana con nuestros pensamientos y la necesidad de convivir con nuestras necesidades. “La Ciudad pedagógica” la concebimos como un subsistema abierto y de bordes difusos que intercambia elementos y fluidos con su entorno, al cual nutre y se nutre. No es un subsistema que favorece a unos por encima de otros, sino que obliga a que todos actuemos en beneficio de todos. Pretende ajustarse sobre una organización político administrativa que no genere grupos de poder, que nos lleve a considerar que ella puede ser una unidad operativa y funcional del acontecer educativo sea en el municipio, alcaldía, o parroquia. Es una concepción que emana del ciudadano y por ello desarrolla sus experiencias, bajo la mirada experta, concienzuda de sus mejores organizaciones y ciudadanos, bajo el libre juego de las discusiones y las confrontaciones. Donde evaluar, supervisar y mejorar sea una rutina. Donde la organización, llámese escuela, liceo, universidad, instituto, obedezca a un plan de trabajo de consenso ciudadano.