El complejo mundo de la mujer en el periodo de dominación colonial se manifestó en los más diversos ambientes y situaciones. Dependiendo de la esfera socio-económica, los papeles más importantes de las féminas fueron: para las españolas y criollas de la élite, el de esposa y madre, con funciones tales como la educación de los hijos (enseñanza que además de ceñirse a los preceptos de la Iglesia católica y las primeras letras, también incluía las Bellas Artes), el cuidado de la casa, la conservación de las tradiciones, halagar al marido, etc. En tanto que las mujeres que optaron por el monacato, organizaron su vida –independientemente de su constitución y reglas, esto es, de estricta observancia o de suave yugo- 1 de la celda al coro, del coro a la sala de costura, de ahí a la cocina o bien, a otros espacios y trabajos propios del ámbito de la clausura como la costura y los bordados.