La Planeación Fiscal es una técnica preventiva, que su objetivo es optimizar la carga tributaria apegado a ley que da sustento, certidumbre y legalidad en la aplicación de la misma, con la finalidad de obtener beneficios económicos, cuidando no excederse de los parámetros legales para no correr el riesgo de caer en algún delito fiscal como la evasión y la defraudación, o que tratándose de personas físicas caigan en una discrepancia, donde la autoridad determine que las operaciones son simuladas, por eso es importante que se cuenten con pruebas documentales necesarias para afrontar un posible acto de fiscalización por la autoridad competente. El contrato de compraventa, usufructo, mandato, mutuo, son ejemplos de lo que es un soporte principal entre otros requisitos de las operaciones realizadas por las empresas.