"Es difícil hablar de Dios, y peligroso silenciarlo hasta la muerte. ¡Trata de poner fuego en las palabras! O intenta asfixiarte: puede costarte la vida". Escribí eso una vez hace años. Ahora, como profesor universitario de larga duración y después de otras ocupaciones, vuelvo a lo "todavía desconocido".En miniaturas, anteriormente discursos a estudiantes, personal y ancianos, este libro gira en torno a Dios, el "monstruoso tú" (M.L.Kaschnitz), y sus huellas entre las personas. También se arriesga a tener pensamientos teológicos descarados sobre Dios y el significado del cristianismo, con préstamos, por ejemplo, de Martin Buber y aún más de la desgraciadamente desconocida Etty Hillsum. Cada vez más la confrontación con la violencia y el diferente poder de Dios, el Espíritu, se ha convertido en el centro de atención.Estos son intentos táctiles de un cristiano que ha envejecido y continúa tratando de "tener una relación con Dios". Espero que también puedan decir a los demás que no han terminado con Dios, ni de una manera que sepan de Él, ni de una manera que se deshagan de Él.