Los continuos escándalos de corrupción alrededor de la actividad de los agentes estatales en Colombia, conocidos como: agro ingreso seguro, el carrusel de la contratación en Bogotá, el caso de los primos Nule, entre otros, presentados en el año 2011 y 2012, han conducido a un falta de credibilidad en la administración pública; la opinión publica ve cada vez con mayor desconfianza a los servidores públicos, en un contexto en el cual “lo público” es apropiado de forma descarada por agentes particulares que sacan provecho de los beneficios emanados del Estado, en contra vía del interés general y del ordenamiento Constitucional Colombiano, des legitimando, entorpeciendo y debilitando la gestión pública. El clientelismo político es a nuestro parecer uno de los principales fenómenos de apropiación del “sector público” por intereses particulares, toda vez que es una forma alternativa, contraria al ordenamiento constitucional y legal para acceder al empleo público, a las decisiones a cargo del Estado y de eludir el principio de mérito como mecanismo de selección de personal en sector público.