El tiempo y el espacio son dos elemetos constitutivos de la fiesta tradicional. Estos dos elementos han cambiado de manera determinante en los últimos tiempos debido especialmente a las nuevas tecnologías. Muchas fiestas, que constituían el encatamiento del mundo porque le daban sentido, han desaparecido y otras se han transformado. Por la pérdida de sentido, el mundo ha sufrido un desencatamiento. Pero el hombre no puede vivir en el vacío y desencatado, de ahí que trata de reencantarlo recuperando fiestas tradicionales o inventando nuevas fiestas pero, casi todas, vacías de contenido sin significado que crean ni dan sentido