La participación social en salud se ha presentado como una vertiente fundamental dentro de las reformas neoliberales del sector en numerosos países del mundo. En Colombia las reformas en salud se iniciaron en la década de los ochenta consolidándose con la Constitución de 1991, que proporcionó el marco político a la Ley 100 de 1993, creando el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS). Dentro de este sistema, basado en una visión de mercado, se estableció la política de participación en salud con el Decreto 1757 como una estrategia de regulación y control social; estableciendo la participación en la gestión, la planeación y la evaluación en varios niveles: desde la información hasta la toma de decisiones. Los resultados del estudio develan que las reformas al sector salud basadas en una visión de mercado donde el usuario es considerado un cliente sin más, con muchas más barreras para participar que oportunidades para hacerlo, no ha sido lo mejor, ni debería ser la única opción para la salud de los países en desarrollo.