Muchas especies están expuestas en sus hábitats naturales a distintos pesticidas. Cada especie responde de una manera diferente a los contaminantes. En el laboratorio estudiamos distintos efectos tóxicos del insecticida organofosforado metilazinfos en dos gasterópodos de Argentina: Biomphalaria straminea y Chilina gibbosa. C. gibbosa resultó muy sensible, mostrando severos signos de neurotoxicidad e inhibición de la actividad de colinesterasas a concentraciones halladas en cuerpos de agua dulce. Al sacar a los organismos de la fuente de exposición observamos letalidad en algunos luego de varios días. Los caracoles que sobrevivieron no recuperaron la actividad de colinesterasas mostrando ser la actividad de esta enzima un muy buen biomarcador. Por el contrario la exposición aguda en B. straminea solamente produjo inhibición de carboxilesterasas a altas concentraciones del insecticida. La exposición sub-crónica a concentraciones ambientales, en cambio, disminuyó el contenido de proteínas y la supervivencia además de disminuir la actividad de carboxilesterasas. Nuestros resultados muestran la importancia de evaluar diferentes biomarcadores y especies en los ensayos ecotoxicológicos.