Al diseñar de indicadores de cultura organizacional se podrá completar un modelo de análisis de las organizaciones respecto de los modelos mentales. Al medir el clima y la satisfacción laboral se tendrá información valiosa que permitirá dar cuenta de la aceptación-rechazo del estilo de conducción. Al identificar los modelos comunicacionales más utilizados en cada organización se podrá conocer el grado de “salud” del diálogo de la empresa y la forma en que codifica su experiencia. Al conocer las formas de comunicación predominantes se puede obtener una guía para mejorar el diálogo a la hora de negociar con sus miembros, competidores o grupos de interés. El modelo total permitirá completar una evaluación de desempeño, tanto sea funcional como personal, al indicar al evaluador características positivas y negativas del desempeño del evaluado. Se brinda como una herramienta para conocer la forma de comunicarse y con un adecuado entrenamiento se puede hacer que las sugerencias sean escuchadas activamente. Todos estos aspectos combinados permiten que las empresas logren un mayor conocimiento y, por ende, control de sus acciones.