Este libro problematiza la actualidad del manicomio en la sociedad Argentina a partir del trabajo de campo etnográfico realizado en un hospital neuropsiquiátrico que data de finales del siglo XIX y es conocido como “Romero”. ¿Qué es este hospital hoy para quienes conviven cotidianamente con su realidad? es el interrogante que dirigió este estudio y que toma como actores sociales principales al “personal” no profesional, en su mayoría vecinos del hospital que trabajan en el mantenimiento, administración y enfermería, y los “pacientes” llamados crónicos que viven internados allí, muchos de ellos desde hace décadas. Entendiendo que una institución comprende mucho más que su racionalidad o finalidad oficial, una inmersión en lo que como lugar antropológico representa el hospital para estas personas revela que, en los intersticios de la institución médica, ellos construyen un espacio hospitalario como recurso múltiple y ámbito doméstico, otorgando sentidos que distan mucho de la conceptualización del saber médico y que complejizan la ya clásica definición de este tipo de instituciones como cerradas, totalitarias y disciplinarias.