La historia económica regional permite matizar la diversidad en México no sólo geográfica, sino en la aplicación de las leyes, y reglas que muestran cómo el cambio institucional y las bases legales no se adoptaron de manera automática ni equilibrada. Se decidió estudiar la península de Baja California localizada en el noroeste de México por ser un territorio lejano al centro del país, donde se tomaban las principales decisiones. Entre el siglo XVIII y XIX, México se convirtió en una serie de historias locales interconectadas en donde cada territorio encontró salidas institucionales, políticas y económicas ante sus propias necesidades. Por lo tanto, se podrá observar cómo se desarrolló una combinación de reglas formales e informales en el ámbito regional, y se mostrará la flexibilidad y la adaptación ante las condiciones locales que permitían hacer frente a dificultades particulares.