Aunque su significado ha cambiado notoriamente con relación a aquel que tuviera en sus orígenes, la tecnología, como proceso, es tan antigua como la humanidad misma. Podría afirmarse que nace en el preciso instante en que el hombre toma conciencia de que el planeta le pertenece, y comienza a tomar posesión de él. La palabra tecnología data de mediados del siglo XVIII, cuando la técnica, históricamente empírica, comienza a vincularse con la ciencia y se empiezan a sistematizar los métodos de producción. Fue creada y utilizada por primera vez por Johann Beckmann (1772), en relación con la industria y la ingeniería. Hoy entendemos por tecnología a todo proceso de producción de bienes y servicios. Se habla de transposición tecnológica cuando se producen cambios, transformaciones, mutaciones e interacciones entre distintas tecnologías, dando lugar a diversas situaciones. Este concepto se halla íntimamente vinculado con los de innovar y mejorar, dos acciones que en los tiempos recientes han adquirido gran notoriedad en todos los ámbitos, convirtiéndose en el común denominador de todo proceso de cambio en la búsqueda de calidad y excelencia.