La formación histórica en las universidades constituye un reto para la Didáctica y el diseño curricular. Los métodos tradicionales y el positivismo han permeado la enseñanza de la Historia desde la institucionalización de la educación superior, lo que ha generado indiferencia o rechazo hacia esta disciplina por estudiantes, profesores de otras áreas del conocimiento y directivos de los procesos curriculares universitarios. Una combinación abarcadora de la Escuela pedagógica del Desarrollo Integral, con las modernas teorías y métodos de la Escuela de la Historia Total, y un diseño contextualizado del currículo de las asignaturas y disciplinas históricas constituyen necesidad y punto de partida para una verdadera renovación en la formación histórica de los estudiantes universitarios.