La dotación genética más el ambiente determinan el desarrollo y la maduración en las primeras edades, pero no se conoce con precisión en qué medida, las habilidades motrices que muestran los niños se deben a un mejor control del sistema motriz, a una mayor capacidad de aprendizaje o a una mejor base fisiológica o bioquímica. En cualquier caso, el desarrollo motriz queda determinado por fases sensibles las cuales se producen en edades muy tempranas, por tanto determinados incrementos de rendimiento físico y coordinativo serán producto de la maduración neuromuscular y dependerán en poca medida de procesos organizados de aprendizaje y de entrenamiento sistemático. El desarrollo fisiológico durante la niñez está relacionado con el incremento del tamaño corporal. El porcentaje de masa libre de grasa, está asociado positivamente con la fuerza estática, pero esta relación cambia con la edad. Sin embargo, la masa grasa tiene una influencia negativa sobre el rendimiento. El VO2máx está relacionado con el sexo, el tamaño corporal y el grado de madurez en niños y adolescentes. A partir de los 12-13 años en niñas y 16-17 años en niños,termina la edad sensible para el desarrollo neuromuscular.