El áfido amarillo del algodón ataca muchas plantas hospederas, específicamente cucurbitáceas, se alimenta de la parte inferior de las hojas en la parte apical, daña las flores y los tallos tiernos. Como consecuencia de la succión de la savia, el follaje se torna clorótico y las hojas se deforman; también transmiten enfermedades virales y desarrollan fumagina, con repercusiones negativas en la fisiología de las plantas afectadas y la calidad de los frutos. Los plaguicidas sintéticos no han logrado su control, sino efectos nocivos a la salud y ambiente, por lo que se plantea una nueva alternativa como los insecticidas obtenidos a partir de plantas; cuyos metabolitos secundarios poseen propiedades biológicas que actúan contra las plagas, por lo que han resultado eficaces en la reducción del nivel del daño de insectos chupadores como los áfidos. Sin lugar a dudas, los productos naturales a partir de extractos vegetales, constituyen una herramienta útil dentro de un programa de Manejo de Plagas, lo cual promueve la agricultura ecológica u orgánica, que de manera sencilla aplica diversas técnicas culturales.