La globalización a la cual se enfrenta el orbe mundial, ha llegado incluso hasta la esferas sociopolíticas que dinamizan cada una de las sociedades existentes, especialmente de manera novedosa, en los pueblos que hacen vida en el lado hemisférico sur de nuestro planeta. Estos pueblos ubicados en esta parte del mundo, han sido considerados y subestimados peyorativamente, como pueblos en vías de desarrollo o mal llamados pueblos tercermundistas, que aún persisten en sus legítimos derechos de perfeccionar sus propios sistemas políticos, sociales y económicos; basados en la busqueda de una sociedad de iguales en cuanto a la mayor suma de felicidad posible que los Estados Nacionales deben garantizarles. La globalidad producto de un mayor conocimiento sobre las realidades de otras latitudes, ha originado un nuevo despertar en las relaciones de ESTADO-SOCIEDAD, que llama al nuevo mundo Suramericano a enfrentar decididamente la transformación de sus aún precarias realidades, lo que implica asumir como ciudadanos la titánica tarea de transformarlas a partir del ejercicio de un mayor carácter protagónico en la formulación de las políticas públicas, mediante la PARTICIPACIÓN CIUDADANA.