La Quesería Holanda, en Nuevo Ideal, Durango, México, originalmente era una empresa artesanal, manejada por la comunidad menonita de la región, donde la mayoría de sus procesos se llevaban a cabo de forma manual y era poca la maquinaria utilizada. La demanda de sus productos creció y se hizo necesaria la reubicación y remodelación de la planta por completo, así mismo se requirió el uso de tecnología, para procesar los más de 100,000 L de leche/día y también para tratar los 30 metros cúbicos de agua residual generada, ésta con un alto contenido de sales, grasas y lactosuero; donde éste último es el responsable de una baja en el pH del efluente, que hace difícil optimizar el tratamiento biológico. Una alternativa de solución fue construir un sistema de tratamiento el cual incluyó humedales como proceso secundario por lo que éste trabajo muestra los resultados de la experimentación básica a nivel laboratorio y piloto, para implementar las condiciones de operación y diseño de los humedales.