El libro es de gran valor académico por presentar resultados investigativos relacionados con los negros en las ciudades del caribe desde la esclavitud. Se aclaran conceptos y se disponen para ser aplicados en los estudios y análisis de las edificaciones y áreas urbanas con huellas históricas dejadas por la intervención de este grupo poblacional de artesanos. Se parte de la concepción de cabildos y cofradías con un sentido cultural, donde la riqueza de estas organizaciones no estaba en el decir y descubrir de su folclor, brujerías, costumbres, hábitos, costumbres y danzas de los descendientes africanos; sino en el oficio de la construcción y en los valores de la fraternidad. Se resalta el valor del libro por lo incipiente de la temática ligada a la cultura urbana y debido a que hay pocos arquitectos enraizados en la educación, que han escrito la historia del negro constructor de los edificios y las estructuras urbanas de nuestro “mediterráneo multicultural y multiétnico”, como muy bien lo expresa el autor. El enfoque etnográfico permite un acercamiento contextualizado del documento dejando entrever un proceso metodológico riguroso y claro con las comunidades intervenidas.