Este libro incursiona en el campo de la Ontología, o Teoría del Ser, de la Filosofía. Está inspirado en las ideas del pensador Heráclito de Éfeso, quien afirmaba que todas las cosas en el universo cambian incesantemente, es decir son inestables y por lo tanto no existe identidad de las mismas. Esta afirmación tan atrevida pero, a la vez, tan convincente y sobrecogedora, a la luz de la ciencia y del mundo de la vida, modifica o transforma completamente el conocimiento que tenemos del universo en todas sus manifestaciones, tanto en el escenario práctico que tenemos al observar los fenómenos y las cosas como en el campo de diferentes disciplinas científicas. Como se podrá deducir, a través de sus páginas, se trata de un libro muy polémico, pues va incluso en contravía de algunas teorías de la ciencia aceptadas por la mayoría de científicos como el Big Bang, el tiempo, la masa, pero se hace desde un ángulo tanto filosófico y lógico como científico. Pero, como es de esperar, está también de conformidad con el pensamiento de científicos eminentes. Lo más interesante de este libro es quizás la reflexión final, en torno a lo que debe hacer el hombre ante la perspectiva ominosa del devenir.