La competitividad de las organizaciones se fundamenta cada vez más en su habilidad para lanzar nuevos productos, servicios y formas de hacer que respondan a las necesidades de los clientes. A la hora de incrementar la competitividad de una organización es importante afrontar el coste que ello supone y cuál es la forma más eficiente de reducir dicho coste. Una forma de reducir costes es la subcontratación u “outsourcing” de determinadas actividades o tareas a empresas especializadas en países donde la mano de obra es más barata. Como consecuencia de este entorno aparece un nuevo concepto que es el de equipo virtual.La mayoría de las organizaciones gestionan los equipos de trabajo virtual del mismo modo que los presenciales, sin ser conscientes de las particularidades especiales que rodean a los primeros. Por ello, es necesario definir mejores estrategias para la gestión de equipos virtuales que aumenten la probabilidad de éxito de los proyectos que se ejecutan en entornos de outsourcing, mejorando la comunicación y la coordinación entre los miembros del equipo de trabajo virtual mediante el uso de sofisticadas herramientas y aplicaciones software.