Presentamos la evolución del poblamiento en el territorio dependiente de Mérida tras la instauración del reino visigodo de Toledo (589), y su posterior incorporación al mundo islámico (713), hasta la consolidación del poder omeya en al-Andalus (929). Se analiza el proceso de transformación de la sociedad, la pervivencia y evolución en los patrones de asentamiento y los cambios jurídico-administrativos habidos, que finalizarán con su total incorporación al modelo de estado impulsado desde Córdoba. Para su elaboración hemos recurrido a la consulta de las fuentes textuales que han llegado hasta nuestros días, y a la cultura material conservada, documentada por las intervenciones arqueológicas practicadas en el amplio espacio administrativo que vino a ocupar el territorio de Mérida en el tránsito de la Antigüedad tardía a la Alta Edad Media.