La alteración del balance de oxidación-reducción en el VIH, influenciado por la activación crónica del sistema inmune y caracterizado por incremento de los oxidantes y dismunición de los antioxidantes, estado reconocido como estrés oxidativo contribuye a la evolución y pronóstico de la enfermedad. Este ha sido vinculado al incremento de la replicación viral, la disminución de los linfocitos T CD4+, apoptosis neuronal, deficiencia de micronutrientes, toxicidad de los antirretrovirales, daño a biomoléculas, disfunción tisular y envejecimiento acelerado. El daño oxidativo ha sido evidenciado en diferentes tejidos de pacientes seropositivos, en diferentes grupos de riesgo, diversos países, con y sin tratamiento, empleando diferentes biomarcadores y técnicas bio analíticas. La comunidad científica internacional ha dedicado esfuerzos a atenuar el daño oxidativo a través de intervenciones nutricionales, suplementación antioxidante, y de manera general, acciones preventivas, alternativas y no farmacológicas. El presente material resulta útil para el personal de salud que los asiste, los científicos que trabajan en áreas relacionadas y los propios individuos con VIH/sida.