La acumulación de capacidades y conocimientos que han desarrollado los empresarios rurales dedicados al cultivo y la comercialización de flores son el resultado de redes formales e informales entre los mismos productores y las asociaciones creadas por ellos. Las redes que han formado han fortalecido la posición individual de las empresas y el acceso a los programas de apoyo. La difusión del conocimiento y de la iniciativa empresarial se desarrolla a nivel local en un proceso de imitación, competencia y cooperación. Los beneficios que obtienen los empresarios que participan en las redes se relacionan con el incremento de sus ventas, la diversificación de sus proveedores. Existen dos elementos clave del éxito en la producción y comercialización: la innovación y la competitividad, factores que suponen cambios relacionados con la organización, capacitación y tecnología y determinan en gran medida la capacidad de los productores de acceder a los mercados.