En el presente libro se analizan algunos aspectos de la música invocando tanto las propiedades físicas de los sonidos como las leyes de la percepción. Las costumbres sociales han demostrado tener gran influencia sobre los gustos artísticos, por lo que algunas teorías del arte creen que la experiencia estética no se apoya en respuestas naturales o universales, sino en respuestas derivadas del aprendizaje. Sin embargo, prevalece la evidencia de que lo aprendido nunca podrá anular las leyes inherentes a la materia y la conciencia, y que igualmente intervienen en la forma de nuestra experiencia sensible. Conscientes de esta situación, algunas teorías musicales han recurrido a la psicología de la percepción buscando mayor objetividad, aunque todavía permanecen del lado subjetivo, porque desestiman la naturaleza del objeto físico, que también es responsable de la cualidad experimentada.