La necesidad de perfeccionar el proceso de evaluación como vía para favorecer la formación integral de la personalidad constituye una necesidad en el actual proceso de perfeccionamiento en el preuniversitario. Una de las vías para atender este reclamo parte de la necesidad de concebir el proceso de evaluación formativa a partir de evaluar las principales dimensiones en que transcurre su formación. Para ello se ofrece una operacionalización de la dimensión del desarrollo cognoscitivo, la político-moral, la motivacional y la contextual o social. En lo práctico se concibe el método evidencial-inferencial y recodificación de la información en la evaluación formativa del proceso de formación del estudiante preuniversitario como una respuesta concreta y aplicable en la práctica educativa.