La investigación previa se llevó a cabo mediante un análisis documental centrado en temas específicos vinculados a la nutrición vegetal aplicada a las siembras en general, con un enfoque práctico dirigido al cultivo de banano en la región bananera de Urabá, ubicada en el departamento de Antioquia, Colombia. El enfoque adoptado en este estudio se basó en el pensamiento complejo, con una perspectiva transdisciplinaria contextualizada en la agrología, que considera tanto las propiedades físicas como químicas del suelo como fundamentales para el establecimiento de emprendimientos productivos. El procedimiento comenzó desde aspectos generales que abordaban el clima como un factor determinante en la formación de ambientes locales, considerando tanto el contexto global como las particularidades de los países desarrollados y de América Latina. A partir de esta visión, se exploraron teorías sobre los tipos de suelos más propicios para la productividad agrícola. Los países situados a ambos lados de la línea ecuatorial se destacan por sus excelentes condiciones en cuanto a la disponibilidad de precipitaciones y un abundante suministro de horas de luz solar.