Según estudio de la OMS cada año nacen un gran número de infantes que sufren eventos adversos en la etapa pre, peri y postnatal que sobreviven gracias a los avances en las prácticas obstétricas y las terapia intensiva neonatal pero que tienen riesgo de presentar afectaciones en su neurodesarrollo dentro de ellas la parálisis cerebral, enfermedad que hasta la actualidad no tiene cura, por literatura médica el diagnostico se hace a los 2 años de edad, donde ya están implantados los patrones y es bien difícil revertir el cuadro. La atención temprana en infantes con trastornos del neurodesarrollo ha permitido la compensación del trastorno motor, aunque en algunos casos persiste la afectación por lo que la incorporación del ozono rectal como terapia complementaria al programa de tratamiento rehabilitador ayuda potencializar los resultados. Con la incorporación de la ozonoterapia previo a la realización de los ejercicios físicos, estamos mejorando el aporte de oxigeno al organismos, tanto a los músculos como al cerebro, con el fin de lograr el máximo de las capacidades físico motoras, cognitivas y del lenguaje.