En el año 1953 y en el remoto estado de Iowa de los Estados Unidos, un profesor universitario de Economía publicó un libro titulado Social responsibilities of the businessman. Esta obra supuso el nacimiento de una nueva forma de dirigir los negocios que se denomina Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Desde entonces hasta nuestros días la mayoría de las compañías del mundo han ido adoptando políticas e implantando códigos de conducta éticos basados en este nuevo modo de orientar la gestión que contempla el respeto y promoción de los derechos humanos. La influencia de las empresas en la vida económica mundial es indiscutible. Desde el siglo pasado, y en especial durante las últimas décadas, se ha ido consolidando este poder económico hasta convertirse en auténtico motor de la economía globalizada. Las grandes corporaciones han adquirido dimensiones incluso mayores que muchos estados y 51 de ellas están entre las 100 mayores economías del mundo.