Las tortugas marinas E. imbricata y C. caretta son consideradas especies fundamentales en ecosistemas marinos como arrecifes de coral y praderas de pastos marinos. Sin embargo, estas especies están en riesgo de extinción debido, principalmente, a la presión antrópica. El uso de herramientas moleculares en el estudio de la variabilidad genética del mtDNA en estas especies adquiere importancia, ya que permite realizar aportes al conocimiento que se podrán emplear en futuras metodologías y estrategias de conservación.