Vale la pena detenernos un poco para hacer explícitos algunos de los procesos que acompañan al conocer humano. No siempre van de la mano el proceso del conocimiento humano y la indagación científica. En muchas ocasiones los logros y hallazgos de la ciencia no han hecho explícito el necesario andamiaje con el que tal proceso fue realizado y muchas veces son verdaderos enigmas cuando únicamente vemos sus resultados. En el caso de la educación escolarizada, por su parte, tampoco es frecuente contar, de manera explícita, con los pasos y procesos que sigue el conocimiento humano cuando incorpora una nueva adquisición. Sin duda alguna, las potencias del alma, como fueron definidas desde antiguo esas capacidades propias de los humanos, por las cuales hacemos nuestro lo que el intelecto se propuso indagar, conocer o explicar, fueron y siguen siendo objeto de nuestra consideración y, en no pocas ocasiones, nos sorprenden con su proceder. El presente escrito tiene varias claves o niveles en los que puede ser leído y sirve tanto para el erudito, en quien puede originar profundas reflexiones, como para el que apenas comienza a sumergirse en el enigma que fascinó siempre a los pensadores.