Es claro que la filosofía medieval anticipó que el advenimiento del cristianismo tendría un efecto en la sociedad, pero desde un punto de vista cultural y político, era necesario que la sociedad sufriera una transformación porque, desde una perspectiva antropológica, la condición humana se estaba deteriorando con el tiempo debido a la desaparición del mismo sistema político establecido por el Imperio Romano y las interpretaciones inexactas que algunos filósofos de la religión dieron a ciertos textos. Actualmente, tanto las escuelas de filosofía antiguas como las contemporáneas, incluida la Escuela de Alejandro, proporcionaron las bases para que los filósofos cristianos hicieran una interpretación precisa del Logos cristiano. Sin embargo, esto es fundamentalmente diferente de la razón inherente a la filosofía estoica, que se distingue de ella en términos de la búsqueda de la verdad en lo Divino, es que no es inherente a la naturaleza. De esto se sigue que los filósofos paganos llevarían un punto y coma del Logos. La diferencia fundamental entre el Logos cristiano auténtico y los de Justino, Filón y todas las demás ramas del cristianismo surge de la encarnación del Logos como Dios.