El importante patrimonio histórico y arquitectónico existente en España, hace que se registre un gran número de casos en los que los técnicos se enfrentan con edificios históricos y otras estructuras singulares, que presentan patologías las cuales evolucionan con el tiempo hasta poner en riesgo su conservación. En la mayoría de las ocasiones debido a la prolongada vida útil de estas edificaciones, las patologías tienen su origen en las condiciones del terreno donde se cimentan. El terreno de apoyo sufre cambios a lo largo el tiempo debido a actuaciones antrópicas, lo que supone nuevos estados tensionales, con deformaciones diferentes, para los cuales la cimentación original no estaba diseñada. Las causas de estas patologías motivadas por la presencia de asientos diferenciales, pueden comprometer la conservación de la edificación para las generaciones futuras. Las actuaciones a realizar deberán estar encaminadas a que la interacción suelo-estructura sea capaz de adaptarse al nuevo escenario tensional. Dicha adaptación puede conseguirse mediante consolidación y mejora de las características mecánicas del suelo, empleando la técnica de inyección de resinas expansivas de poliuretano.