En el período novohispano, hubo ciertas prácticas religiosas muy distintas a la ortodoxia cristiana. Estas tenían que ver con la adoración que se le daba a otros dioses distintos al cristiano llamada por el clero de ese entonces, idolatría y no hay que olvidar que a esas deidades de los indios se les tenía por demoniacas. Un grupo de clérigos del siglo XVII se dio a la tarea de perseguir y castigar a todas las personas que realizaban ritos idolátricos. Estos sacerdotes, entre ellos Jacinto de la Serna, escribieron libros llamados Manuales, para advertir a los otros curas de indios sobre la religiosidad sospechosa en la que se movían sus feligreses. Jacinto de la Serna escribió un libro llamado Manual de Ministros de Indios para el Conocimiento de sus Idolatrías y Extirpación de ellas, en 1656, y este autor, su obra y su papel como perseguidor son el objeto de análisis de este libro.