Esta obra se centra en el autor hispano mejicano, Max Aub, exiliado republicano, que escribió durante su cautiverio un poemario, que cuenta las vicisitudes que vivió entre 1939 y 1942. Su libro titulado Diario de Djelfa es una denuncia de la alienación de los derechos humanos, como lo atestan las poesías de protestas y de denuncia.El estudio la versificación ha demostrado que el autor no se presenta como víctima, al contrario utilizó sus poesías como un bálsamo para sostener moralmente a sus compatriotas.La diversidad léxica del autor, se ha dado en el uso del lenguaje mixto, culto y coloquial, que surte un efecto de protesta rotundo. El análisis de la versificación ha enseñado la variedad métrica entre arte mayo y menor, entre verso regular, irregular y verso libre.La dimensión simbólica en la visión del autor ha enseñado la riqueza del discurso poético, a través de los símbolos más inesperados, entre sueños y pesadillas y cuando se desdibujan los horrores; se da paso al lirismo, cuando las composiciones se hacen la cuna donde se cobijan las más secretas esperanzas.