El Hígado graso no alcohólico es la patología hepática más frecuente del mundo occidental, es primordial crear un protocolo para la detección temprana de los pacientes con factores de riesgo para desarrollarla, así como establecer estrategias de prevención primaria para esta enfermedad y evitar su evolución a esteatohepatitis no alcohólica, dado que esta tiene mayor riesgo de progresar a cirrosis y carcinoma hepático. Existe una correlación bidireccional entre el hígado graso no alcohólico y el síndrome metabólico, este último, por sus criterios de obesidad visceral, dislipidemia, y resistencia a insulina, tiene grandes implicaciones directas que incrementan el riesgo de enfermedades cronicodegenerativas. La obesidad y resistencia a la insulina son los factores de riesgo coadyuvantes en su fisiopatología para la progresión a mayores riesgos cardiometabólicos.En nuestro estudio encontramos que la prevalencia y severidad del HGNA está en relación a las alteraciones significativas de las variables como medidas antropométricas, obesidad, dislipidemia aterogénica, resistencia a la insulina, y síndrome metabólico.