La infidelidad femenina es un tema muy polémico, pero cada vez más cerca de nosotros. Es el resultado final de la puesta en acción de factores diversos que actúan simultáneamente. Tiene una lenta preparación. En ocasiones es difícil descubrirla y evitarla, por lo que hace falta inteligencia sexual, ocuparse y preocuparse en saber los gustos y preferencias de la pareja, lo que quiere o no quiere, lo que le agrada o desagrada. En todos los episodios de infidelidad se intenta satisfacer las carencias del matrimonio. De tal modo que el punto central de la infidelidad femenina no está en la mujer infiel, sino en el esposo que creó caldo de cultivo para su cometido. Es posible evitar que la mujer sea infiel, pues la infidelidad femenina no se da de manera espontánea ni ninguna mujer es infiel de repente. La infidelidad tiene una sola causa: el matrimonio. Las razones son innumerables y pueden mantenerse latentes y devenir en motivo. El hombre debe ser listo, no dar el motivo. En el libro subyacen consejos para hombres mujeriegos, con problemas de eyaculación precoz y con otros defectos, pues no existen mujeres malas, sino hombres tontos. Quien tiene una tienda, que la atienda o la venda.