Intentar desarrollar métodos eficaces que contribuyan a la deshabituación tabáquica en nuestros pacientes es una tarea ardua y difícil. Con el empleo de técnicas ya conocidas y otras que adaptamos al entorno donde laboramos se podrán seguir consiguiendo resultados en esta materia. Aún es mucho lo que queda por hacer porque cuando algunos dejan de fumar, otros comienzan por primera vez o algunos que ya lo habían vencido han vuelto a recaer; es una labor continua de educación sanitaria que debe comenzar desde la niñez y adolescencia, tanto en las escuelas como en el hogar. El desarrollo de ejercicios, aplicación de estrategias y empleo de nuevas tecnologías, para facilitar mayor educación sanitaria a la población y un mejor intercambio entre afectados, hará que con su experiencia se pueda contribuir al cese del consumo de tabaco que tantas otras enfermedades y múltiples secuelas produce. Un problema no puede resolverse con otro problema, de ahí que es imprescindible trabajar en la esfera emocional y fortalecer la autoestima para evitar esta opción como escape de conflictos y frustraciones. Fumar daña seriamente la Salud. Fumar no lleva a nada bueno y dejarlo a tiempo sería lo mejor.