La reconfiguración del mundo euroasiático tiene en Rusia y China a sus principales promotores, con la puesta en marcha de importantes mecanismos de asociación, cooperación y concertación, entre los que se destaca la Organización de Cooperación de Shanghái como ente articulador de la dinámica regional. En este contexto, es fundamental el desarrollo de dos importantes proyectos euroasiáticos: el megaproyecto chino Nueva Ruta de la Seda y la iniciativa rusa Unión Económica Euroasiática, impulsados por Xi Jinping y Vladímir Putin respectivamente. El grado de concertación alcanzado por ambas partes en la actualidad ha puesto a debate si estos actores pueden considerarse socios o aliados, teniendo en cuenta que la historia los enfrenta y rivaliza en un área de influencia común, el presente les ha enseñado las ganancias de la convivencia, y el futuro está lleno de desafíos e incertidumbres hacia las cuales, avanzar juntos o separados, hará caminos en Eurasia.