En sintonía con el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos Calderón, el sector minero colombiano está llamado a ser una “locomotora” del desarrollo económico y social que beneficie a todos los connacionales, propiciando para ello igualdad de condiciones. En la práctica real de la actividad, se advierten un sinnúmero de fenómenos que impiden proyectar de manera adecuada y conforme a las exigencias del mundo globalizado este factor de explotación de recursos naturales no renovables. Entre otros mencionar las prácticas rudimentarias con las cuales se procede a realizar estudios de factibilidad y explotación; el deterioro ambiental y el menoscabo de los recursos, desconociendo los principios constitucionales que debe garantizar el Estado colombiano de favorecer un ambiente sano para las actuales y futuras generaciones; es así como la formalización de la minería se vuelve una necesidad prioritaria para el país, que se oriente desde la identificación de títulos mineros hasta la implementación de programas que permitan el crecimiento tanto de las unidades mineras como las familias que dependen de esta actividad económica