En la actualidad, dentro del ámbito educativo, aparecen problemas ante los que los profesionales de la educación no saben contestar de forma efectiva. Muchas de las soluciones a estos problemas no son otras que la inclusión del mundo de las emociones dentro del currículo. Se propone, por tanto, que para alcanzar una mayor eficacia y calidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se incorpore el ámbito emocional al conjunto de todas aquellas dimensiones que intervienen en dicho proceso. Dentro de estas emociones, este trabajo se centra en el miedo, considerado como una emoción con un claro contenido de carácter negativo o desagradable. Es importante considerar las consecuencias desfavorables que pueden ir asociadas a este tipo de emociones de carácter negativo, que se relacionan con la evitación de muchas situaciones o la exposición a ellas sufriendo un intenso malestar, especialmente durante la adolescencia. Ante esta realidad este trabajo busca contemplar la influencia de diferentes variables sociodemográficas sobre el Miedo, para llegar a comprender, de forma más precisa, la manera de enfrentarnos a este tipo de emociones, a través de la adecuada regulación de las mismas.