La berenjena debe destacarse como alimento dietético, por su bajo contenido de grasa, colesterol, ácidos grasos saturados y mono insaturados. Constituye uno de los alimentos más adecuados para mejorar la circulación sanguínea, muy útil para bajar el colesterol y ayuda a prevenir la aterosclerosis. Estimula la bilis mejorando la función hepática y su consumo inhibe el crecimiento de las células cancerosas en el estómago entre otras. A pesar de las favorables condiciones climáticas de Cuba para el cultivo de la berenjena durante todo el año, el número de variedades comerciales actuales en el Registro oficial de variedades (2016) es solo de siete. El consumo per cápita de berenjena en Cuba, es muy inferior al de otras hortalizas, debido a su limitado hábito de su consumo. De ahí la necesidad de evaluar el comportamiento agronómico de nuevas líneas cubanas de berenjena B1 y B2, que presenten atributos de adaptación climática a las condiciones de Cuba, a fin de contribuir al aumento de la disponibilidad de variedades comerciales en el país, que permitan el incremento de la superficie cultivada, elevar el rendimiento y sobre todo el consumo de esta importante hortalizas.