Hasta hace muy pocos años sólo era posible caracterizar la pintura mural de los conventos franciscanos del norte de la península de Yucatán como un conjunto pequeño que agrupaba elementos fragmentados y disconexos y que exhibían un deterioro gradual y continuo, características que dificultaban su documentación e investigación, en particular, el desarrollo de una propuesta sobre el orden seguido en su ejecución. La aparición de los murales del convento de Santa Clara de Asís cambió este panorama porque éstos constituyen un grupo numeroso, distribuido en diferentes recintos y encalados y que ha recibido pocas intervenciones. Estas características facilitaron la identificación y definición de una serie de etapas a las que era posible asociarles un orden de ejecución y organizarlas en una secuencia. Además, su restauración, llevada a cabo en el 2011, descubrió otros murales que proporcionaron información necesaria para completar dicha secuencia. Este trabajo presenta las etapas que integran dicha secuencia y los rasgos que caracterizan a cada una de ellas, así como su potencial contribución a los estudios sobre la pintura mural que albergan los conventos de esta región.