La existencia de la diversidad cultural es una realidad histórica. El mundo siempre ha sido plural. Pero las pretensiones de dominación de unos pueblos sobre otros, ha generado antagonismos y exclusiones sociales, que han retrasado la dinámica de convivencia y bienestar en la calidad y calidez de vida para todos y todas. La lucha por construir políticas pluriversas, es una necesidad apremiante y una tarea esencial para re-direccionar el rumbo futuro de la coexistencia planetaria sostenible en el siglo XXI. La lógica para abordar los análisis de la diversidad, supone la capacidad de concebir la complejidad de toda realidad antropológica y social. Abrir el pensamiento a lo pluriverso, requiere superar los límites que genera la exclusión colonizadora, que ha eclipsado y destruido la genuina expresión cultural de los pueblos. La colonización ha debilitado las raíces de soporte de la permanencia, las potencialidades históricas y el rostro identitario que cada sociedad debe tener ante el mundo.