Más viva que nunca la cultura y la identidad maya se reinventan desde sus diversos nichos locales a través de sus miembros. Ofreciendo su talento, creatividad e imaginación para plasmar en un mundo actual, toda su cosmovisión, su conocimiento y su resistencia cultural a través de sus expresiones artísticas, introduciéndose así y prevaleciendo en el tiempo y el espacio de estas dinámicas globales (como el turismo) que contra todo pronóstico modernizador de los países en desarrollo atestiguan la vigencia de esta gran cultura. En esta investigación los objetivos fueron analizar cómo los artesanos que laboran dentro de la zona arqueológica de Chichén Itzá aprovechan el gran cúmulo de representaciones e imaginarios sociales, que los turistas tienen en torno a la cultura maya. No sólo para la elaboración de sus productos artesanales, sino también en la forma de cómo estructuran un discurso simbólico que complemente la calidad estética de sus artesanías, al momento de venderlas. Para esta investigación fue necesario infiltrarme como aprendiz de artesano para poder comprender la trayectoria de estas personas, así como también percibir la forma de vender sus productos ante el turismo.