El trabajo revisa la arquitectura residencial de San Sebastián desde comienzos del ensanche en 1865 hasta 1940, fecha alrededor de la cual se construyen los últimos edificios del Movimiento Moderno en esta ciudad. Se orienta principalmente a la imagen exterior y a la composición de las fachadas de las manzanas residenciales. Se trata de describir las razones que han marcado la evolución de los estilos arquitectónicos, en la búsqueda de un estilo propio para la arquitectura de finales del XIX y comienzos del XX. La evolución de las fachadas se analiza recogiendo las influencias de la arquitectura extranjera, las sucesivas ordenanzas de edificación, las nuevas técnicas, el concepto cambiante de la decoración, o la necesidad de una identidad nacional. El trabajo sigue un orden cronológico y se resaltan en cada tendencia los aspectos que propician un cambio en la edificación residencial. Se explica mediante dibujos a mano alzada, realizados por el autor, que muestran en detalle los cambios que se producen en las fachadas y su repercusión en las plantas.