La presencia de productos químicos persistentes en los diferentes tipos de aguas, se han convertido en un gran problema medio ambiental. Un ejemplo de este acontecimiento es la presencia de herbicidas como es el caso de la atrazina, que se cataloga de contaminante orgánico persistente. La característica de estos contaminantes es principalmente que son difícilmente removidos por los procesos convencionales de tratamientos de aguas y dejan en claro la necesidad de nuevos procesos de descontaminación. Dentro de estos nuevos procesos destacan los de oxidación electroquímica avanzada que se basan en la generación del radical hidroxilo, el segundo agente oxidante más fuerte. En base a resultados experimentales se logró demostrar que estos métodos, tales como: oxidación anódica, electro-Fenton y fotoelectro-Fenton pueden ser útiles y viables para mineralizar y degradar esta clases de contaminantes y así desempeñar un rol fundamental en la eliminación de contaminantes orgánicos persistentes de los efluentes de agua.