Hoy México vive escenarios desagradables reflejados en los medios de comunicación; las noticias siempre se relacionan con la inseguridad, violencia y narcotráfico. A pesar de todo esto, la sociedad y el gobierno no miran hacia el origen del problema. El gobierno actúa como “apaga fuegos”. Lleva a cabo acciones para combatir la delincuencia como una prioridad del país y no es que esto este mal, pero su visión debe ser periférica, en lugar de combatir la enfermedad, hay que ir al origen del mal. Y estar consciente de que no sólo debe combatir el “frente” con las armas, debe atender la “retaguardia”, origen de la enfermedad, ahí se gestan los grupos delictivos y eso se combate con proyectos sociales. El libro hace una propuesta que podría parecer para muchos una “utopía”, pero hay que combatir desde el origen y lo debe hacer a través de proyectos que den a la niñez y a la juventud de México las herramientas necesarias para darle sentido a sus vidas. El proyecto se centra en las comunidades marginadas. Quizás no sea el mejor proyecto y tal vez no contenga las mejores propuestas de cambio. La certeza es que ya no es posible permanecer apáticos hay que despertar a México.